miércoles, 1 de julio de 2009

Cada tanto sueño que vuelvo a Alemania

Y puedo afirmar que en cinco de cada diez sueños en los que estoy en Freiburg, me como un sandwich en Aspekt.
En Aspekt tomaron lugar muchas anécdotas divertidas de Alemania. Es un barcito bastante lindo a una cuadra (se le puede decir así?) del Jurabildo de Freiburg. La primera noche me llevaron ahí a tomar Alkohol-frei Cocktails, porque éramos menores de 16. No me acuerdo si estaba muy bueno, pero me acuerdo de que Anne me preguntó si sabía quién era Hitler y les dije que no. ¡Es que no les entendía lo que decían!
Las baguettes en cuestión tenían jamón o salame y venían con queso y tomate y creo que lechuga. En un costado venían los aderezos a base de ajo y ese que se llamaba Cocktailsauce. En vez de untarlo al pan de una, íbamos mordiendo el sangúche y untábamos al lugar que se formaba con la mordida.
Hacían un Eisschokolade muy rico y siempre pasaban Dare, de Gorillaz.

2 comentarios:

  1. el primer dia que se llega a Alemania nadie entiende una goma.. todos nos preguntamos què carajo habiamos aprendido en 13 años!
    yo llegue a pensar que era todo una farsa y que enrealidad nos habian enseñado otro idioma (que no era aleman) y que era inventado

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  2. un sanguchazo con fiambres alemanes y ese tema es una combinación que no me vendría nada mal

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