miércoles, 23 de junio de 2010

Soñé que era el increíble Hulk...

Hoy me dormí una siesta nociva, porque el flaco que puso el primer siestario de la Argentina dijo en el programa de radio de Tenembaum que no conviene dormir más de 45 minutos y yo me pasé como hora y media torrando.
Ahora bien, en ese tiempo me pasó algo genial. Soñé que era hombre, el dueño de una empresa, con Rachel Griffiths de secretaria. Me convertía en el increíble Hulk, sentía como todos mis músculos se agrandaban y se ponían verdes. Entraba un viejo canoso a matarme y yo lo tiraba por la ventana. Después entraban dos clones de él y yo les robaba sus ametralladoras y les disparaba. Rachel se tiraba por la ventana y caía sobre el techo de un helicóptero. Mataba al piloto y manejaba ella. Se ponía al lado de la ventana rota de mi oficina y yo me tiraba adentro.
¡En mis sueños soy un héroe de acción!

lunes, 21 de junio de 2010

Soñé con el Kun Agüero...

(foteli)
Porque es el mundial y lo único que me faltaba era soñar con uno de los jugadores. Sergio me llevaba a recorrer uno de los estadios mundialistas de Sudáfrica. Y no, chicas, no era tan glamoroso como esperábamos. El piso del vestuario estaba lleno de mierda y yo tenía unas botinetas peep toe divinas que me las arruinaba todas caminando por ahí. De repente, el Kun abría una puerta y salíamos al campo de juego. La cancha estaba llena y yo de tanta luz no podía ver nada.

viernes, 18 de junio de 2010

Los sueños de Rebeca

Sentada en su mecedor en un rincón de la cocina, Rebeca soñó que un hombre muy parecido a ella, vestido de lino blanco y con el cuello de la camisa cerrado por un botón de oro, le llevaba un ramo de rosas. Lo acompañaba una mujer de manos delicadas que separó una rosa y se la puso a la niña en el pelo.

Fragmento de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.

miércoles, 16 de junio de 2010

Andares/3





(Crédito)

Helena soñó que hablaba por teléfono con Pilar y Antonio, y eran tantas las ganas de darles un abrazo que conseguía traerlos desde España por el tubo. Pilar y Antonio se deslizaban por el teléfono como si fuera un tobogán, y se dejaban caer, tan campantes, en nuestra casa de Montevideo.
En El libro de los Abrazos, de Eduardo Galeano.

(Esto no tiene que ver con la temática del blog, pero lo voy a contar igual porque tiene que ver con la temática del post. Mi querida compañerita de trabajo Ale me instó a ver anoche por TN, una entrevista que le hizo Santo a Galeano. Hablaron de fútbol, era el objetivo de la charla. Eduardito contó que cuando fue a Cuba y se reunió con el Che, lo primero que le dijo fue "¡Traidor!" y le mostró una foto de la tapa del Granma en la que el querido revolucionario aparecía jugando al béisbol con uniforme acorde. El Che no entendió, pero después se cagó de la risa y le dijo que había sido la primera persona que le dijo traidor y vivió para contar el cuento. Un divino.)



domingo, 13 de junio de 2010

¡Soñé algo re feo!


Que mi querido novio tenía una enfermedad terminal y se iba a morir en dos días. Lo peor de todo es que él no me contaba y yo me enteraba por otra persona. ¡Terrible!

sábado, 12 de junio de 2010

El adiós de los sueños

Los sueños se marchaban de viaje. Helena iba hasta la estación de ferrocarril. Desde el andén, les decía adiós con un pañuelo.

En El libro de los abrazos, de Eduardo Galeano.

lunes, 7 de junio de 2010

Anoche soñé que...


Soñé con el campo, con arañas, con polvo. También soñé que me encontraba con Antonio Banderas y le preguntaba por sus perfumes. Es ese no sé qué del latin lover que a las chicas nos encantas.

domingo, 6 de junio de 2010

Anoche soñé que...

mi primo contrataba a los Rolling Stones para que toquen en el cumple de mi tía. Yo lo veía a Keith Richards ahí parado en la puerta del living y gritaba. Hacían el show sobre un mini escenario y yo me paraba cara a cara con Brian Jones (que, claramente, había resucitado para la ocasión). Tocaban tres temas instrumentales que yo no conocía y después se iban.

(¿no era divino Mick de joven?)

jueves, 3 de junio de 2010

Anoche soñé que...

(crédito)

tenía una materia en la facu que era hacer locro para llevarle a la gente que duerme en la calle. El preparado lo hacíamos en el monoambiente de Roberto Piazza, que lo único que hacía era posar en toalla marrón cual modelo de ropa interior.

miércoles, 2 de junio de 2010

Los sueños de los personajes de Haruki Murakami

Siempre sueño lo mismo. Que me persiguen y que no paro de huir, hasta que al final me encuentran, me atrapan y me llevan a no sé dónde. Luego me meten a empujones dentro de algo parecido a una nevera y cierran la tapa. Y, en este punto, me despierto sobresaltada.

Fragmento de After Dark, de Haruki Murakami.